lunes, 20 de mayo de 2013

¡Dime cuál es la forma de tu rostro…y te diré cómo maquillarte!


Conocer la forma adecuada de nuestros rostros ayuda a optar por estilos de maquillaje particulares, ya sea para destacar los aspectos más positivos o para disimular aquellos pequeños desperfectos faciales.
            A continuación te daremos las pautas para que descubras cuál es la forma de tu rostro y que técnicas puedes utilizar. Recuerda que no hay reglas absolutas solo guías para experimentar con la belleza.



Rostro ovalado
Los rostros ovalados tienen una forma tan proporcionada que pueden experimentar prácticamente con cualquier cosa. Todo se les verá bien, por lo cual tomen ventaja en destacar labios u ojos, asegurándote de dejar alguno de los dos neutro.


Rostro cuadrado
            El rasgo más notable de un rostro cuadrado es la línea que forma el maxilar inferior. También la igualdad de ancho entre los lados de la frente, mejillas y maxilar, creando un gran marco sobre el cual destacar los rasgos favoritos.
            En este tipo de rostro se oscurecen los cuatro extremos del rostro, que son las sienes y los maxilares. Y luego se ilumina los pómulos en forma de “C” y la barbilla. En este tipo de rostro a atención se centra en los ojos.

Rostro rectangular

- Oscurecemos (aplicando de forma horizontal) la parte central superior de la frente, en el nacimiento del cabello y mentón para acortar el rostro. Para restar angulosidad debemos oscurecer parietales, en el nacimiento del cabello y maxilares. 
- Iluminaremos los pómulos siguiendo la línea del hueso para resaltar esta zona. 
- Aplicaremos el rubor de forma horizontal, partiendo del centro del pómulo hacia la sien.

Rostro redondo      
            Con sus mejillas llenas y su mentón circular, la apariencia angelical de los rostros redondos permanece juvenil toda la vida. Son naturalmente suaves y femeninos, pueden embellecerse experimentando con tonos suaves sobre cada rasgo de modo que ninguno sobresalga sino que haya un balance.
            En el rostro redondo hay que oscurecer bajo el hueso del pómulo de forma ascendente, de esa forma logramos adelgazar el rostro. Se ilumina en la frente y la nariz. Se utiliza sombra clara cerca de los lagrimales para dar la ilusión de que los ojos están más separados, mientras que la sombra oscura se aplica en forma de triángulo sobre el ojo pero sin llegar a la sien. La zona de las sienes debe ser clara para dar amplitud al rostro.




Rostros alargados
            Frente y pómulos altos y una línea maxilar oblonga. Debido a que los ángulos superiores e inferiores gozan de tal prominencia en este tipo de rostro es buena enfatizar el maquillaje en el centro para que lo que llame la atención hacia sus ojos.
            Al maquillar este tipo de rostro se trata de acortarlo y para ello se oscurece la parte baja de la barbilla y el nacimiento del pelo y se ilumina la zona del hueso horizontalmente para ensancharlo.
            Por ser un rostro estrello se utilizarán colores claros hacia el exterior, mientras que las sombras oscuras se aplicaran desde la mitad del párpado hacia la nariz.  Si los ojos se encuentran demasiado juntos mejor optaremos por utilizar la sombra clara en todo el párpado, pero se utilizarán sombras nacaradas hacia la sien (para mantener la amplitud).
Rostro en forma de corazón
Voluptuosa y suave, la figura facial de corazón es amplia en la frente y va estrechándose gradualmente hasta el mentón. Una cara con forma de corazón es perfecta para destacar color sobre los labios. Se caracteriza por estrecharse en medida que desciende.
Debemos oscurecer las sienes junto a la línea del nacimiento del cabello y el mentón. Luego iluminaremos la frente, los pómulos y los maxilares. Aplicaremos el rubor desde la mitad del pómulo hacia la sien.
Rostro en forma de pera o de triángulo
            En este rostro se nota un ensanchamiento del óvalo a medida que desciende. Presenta una frente estrecha y un maxilar ancho.
            Debemos oscurecer la zona del maxilar para mitigar la angulosidad y afinar el óvalo. Iluminaremos los pómulos juntos al nacimiento del cabello y llegando a las sienes, también los hacemos en el mentón y la frente. Aplicaremos el rubor siguiendo el hueso en diagonal, sin llegar a la sien.

Rostro de diamante 
            El rostro de diamante es muy poco común. Posee una forma angulosa muy marcada, que viene caracterizada por unos pómulos anchos y línea maxilar y frente estrecha.
            Para suavizar las líneas de este rostro debemos oscurecer los pómulos, junto a la línea del nacimiento del cabello. Iluminaremos los parietales, sientes y la parte superior de la línea maxilar. Aplicaremos el rubor en línea vertical partiendo del centro del pómulo hacia la cien.




           

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