Rebecca Zúñiga C,
make up artist-periodista
¿Cómo debo combinar las
sombras de mis ojos? ¿Con lo que llevo puesto, con el color de mi piel, de mi
cabello o con todo!? Desde luego que
debemos tomar todos estos parámetros en cuenta a la hora de escoger nuestras
sombras, sin embargo nunca te equivocarás si tomas como punto de partida el
color de tus ojos.
Te vamos a dar algunas
pautas para que salgas airosa en tu maquillaje. Recuerda que siempre debes
colocar el color más claro o apagado en el párpado móvil mientras que el más
fuerte irá en el fijo.
También puedes optar por
aplicar tres colores de la misma gama: el color claro en el párpado móvil, la
tonalidad intermedia en el pliegue del ojo y el más oscuro en el párpado fijo.
No olvides extender bien las sombras y se fundan entre si y no se note cuando
empiezan y acaban las otras.
1. ¡Verde que te quiero verde! Los
ojos verdes son unos de los más difícil de combinar, pero difícil no significa
imposible, así que ánimo arriba. Para los ojos verdes queda genial los tonos
verdosos diferentes a los tuyos, los tonos terrosos, marrones, rosados,
púrpuras, violetas, cobres y bronces. El delineador negro y el encrespador serán
tus grandes aliados. Ahhhhh y olvídate de los tonos azules, te están
prohibidos!
2. El cielo en tu mirada. Las
mujeres con este tono de ojos tienen la bendición de utilizar el mínimo de
maquillaje y aun así destacar entre las multitudes. Debes utilizar tonos caqui,
marrón o beige para un maquillaje natural. También quedarás estupenda con un
maquillaje de noche ahumado en tonos grises o negros. No vuelvas a tomas en
cuenta los colores cítricos que te hacen un ingrato favor.
3. ….Y la tierra... ¿Tienes
los ojos color marrón o color miel? Pues estás de suerte! Son los más fáciles
de combinar, casi todos le favorecen en especial los verdes y los tonos tierra
y arena. Aunque no te quedan del todo espantosos debes evitar los azules y los
violetas.
4. El misterio de esa mirada azabache…. Te sentarán estupendamente los colores claros y
los tonos pastel para contrastar con la oscuridad de tu mirada. Así los
dorados, los marrones y los rosados deben estar entre tus favoritos. También
los vainilla y los beige son una buena opción. Los tonos grises con efecto
ahumado te quedarán bien pero ten cuidado de no oscurecerlos demasiado o tu
expresión se verá demasiado dura.
Hazte
toda una profesional!
·
Ojos
separados. Para maquillarlos, necesitas
de diversos trucos (además de brochas y paciencia al
difuminar tonos) pues es uno de lo que más requiere precisión. ¿Tu misión?
Acercar los ojos utilizando sombras oscuras en áreas estratégicas y aplicando
productos claves en cejas y nariz.
·
Ojos
caídos. Tu objetivo es “levantar”
el ojo gracias al juego de claroscuro. Un buen truco consiste en aplicar el
maquillaje usando una tarjeta de crédito como guía. ¡Raro pero funciona!
·
Ojos
juntos. Generalmente este tipo de ojo suele ser
redondo o grande. Para un maquillaje exitoso, deberás seguir un patrón muy
definido –sin importar que apuestes por un look natural de fiesta. Debes separar
visualmente tus ojos, destacando más que todo el extremo externo.
·
Ojos
pequeños. En este rango también entran los ojos
rasgados, típico de las mujeres asiáticas. Debes ayudarte de pestañas postizas, sombras
nacaradas, iluminadores y delineados para “agrandar” tu ojo. Un plus: puedes
atreverte a lucir labiales rojos, brillos o
apliques sin lucir exagerada.
·
Ojos
grandes. Es el más sencillo de maquillar y la
mayor ventaja es que es posible alterar su forma y aun así lucirá elegante y
proporcionado. Hazte aliada de las sombras oscuras o con acabado mate y ¡deja
las pinzas de cejas a un lado!